Warning: array_merge(): Argument #2 is not an array in /home/bioeroc/public_html/wp-content/plugins/wp-pagenavi/scb/Options.php on line 62

Biomedicina: anticuerpos de tiburón para tratar enfermedades

anticuerpos-de-tiburon-para-combatir-las-enfermedades.jpg

Los investigadores de la Universidad de La Trobe, en Melbourne, Australia, han encontrado que los anticuerpos de los tiburones pueden llegar a ser empleados para combatir enfermedades, entre ellas el cáncer, artritis reumatoidea, malaria, etc.

Los estudios han mostrado que los anticuerpos, moléculas del sistema inmune que se producen para defender al organismo de bacterias, virus, parásitos y otras sustancias foráneas; generados en el tiburón son muy pequeños, con una estructura química robusta y biológicamente estables.

Debido a las características moleculares de los anticuerpos de tiburón, los mismos podrían ser tomados vía oral, ya que son capaces de resistir las condiciones del sistema digestivo, tal como los grandes niveles de acidez que se tiene en el estómago. También los mismos han demostrado soportar temperaturas altas sin que llegue a producirse su desnaturalización molecular. Pero lo más sorprendente, según explicó el Dr. Mick Foley, director de la investigación, es que estos anticuerpos permanecen estables cuando están expuestos a enzimas digestivas.

El Dr. Foley, añadió que los anticuerpos de tiburón son efectivos en el en combatir el parásito causante de la malaria.
En una investigación efectuada en el año 2004, los investigadores descubrieron que los anticuerpos del tiburón tiene una estructura en forma de “gancho largo” que permite la adherencia a una proteína que está presente en el parásito que causa la malaria. Esta unión bloquearía las funciones moleculares de la proteína del parásito impidiendo que el mismo entre a los glóbulos rojos en los humanos.

De esta manera, el objetivo actual de esta investigación biomédica es emplear los anticuerpos de tiburón como tratamientos. Esto se basaría en la capacidad que tienen estos anticuerpos de unirse a moléculas blancos, tales como ciertas moléculas propias de células cancerosas o proteínas que producen inflamación tal como es el caso en la artritis reumatoidea.

Fuente: BBC

Envía tu Respuesta