Warning: array_merge(): Argument #2 is not an array in /home/bioeroc/public_html/wp-content/plugins/wp-pagenavi/scb/Options.php on line 62

Homenaje a David Livingstone

Livingstone

David Livingstone fue un médico cuyos descubrimientos influyen hasta hoy, por ejemplo descubrió que se requiere quinina para tratar la malaria.

¿Quién fue David Livingstone?

El doctor David Livingstone, de cuyo nacimiento se cumplieron recientemente 200 años, es bien conocido por sus exploraciones en el continente africano. Fue además un misionero que luchó contra la esclavitud y que como médico contribuyó en el combate de las enfermedades tropicales; dejando un legado a la humanidad de mucho valor.

Es de recordar que en la Gran Bretaña victoriana, ciertas zonas del continente africano eran conocidas como “tumbas del hombre blanco”, por el número de misioneros que sucumbía a la malaria y otras enfermedades tropicales.

Sin embargo, cuando el Dr. Livingstone encabezaba las expediciones, la tasa de muerte era mucho menor. La diferencia la hacía el hecho de que el pionero había descifrado cuánta quinina hacía falta para tratar la malaria: en realidad sabía que era mucha.

Los registros que llevó a cabo el Dr. Livingstone sobre la malaria fueron importantísimo para  medicina moderna. Según el Dr. Mike Barret, profesor de Parasitología de la Universidad de Glasgow, quien ha estudiado el trabajo de Livingstone, destacó que: “Su aporte fue la implementación de la quinina en el tratamiento de la enfermedad”. Livingstone contrajo la malaria muchas veces en sus viajes. Pero no se dio cuenta, que en realidad los mosquitos eran los responsables de la propagación de la misma. El pensada que se contraía la enfermedad  por  aspirar el aire pútrido de los pantanos (debemos tener en cuenta que la palabra malaria proviene del vocablo italiano “mala aria”, que significa “mal aire”.

Al parecer Livingstone pensaba que al tomar mucha quinina se depuraba al sistema de la malaria al despejar los intestinos. En realidad no sabía bien cómo funcionaba, pero su eficiente y detallado sistema de anotaciones ayudó a quienes le siguieron los pasos en la lucha por esta enfermedad. En verdad, nunca pudo establecer la verdadera vinculación de la enfermedad con los mosquitos, pero si notó que había una probabilidad más grande de enfermarse en las áreas donde estos se hallaban presentes.

Los remedios para la malaria del célebre médico viajero eran conocidos como “levantadores” por sus acompañantes, ya que los ayudaba a ponerse en pie cuando caían enfermos.

Cabe mencionar que a partir del éxito de Livingstone con esta medicina, la compañía farmacéutica Burroughs-Wellcome comenzó a vender una fórmula basada en su receta. La mercadearon como “Levantadores de Livingstone” y estuvieron a la venta hasta la década de los años 20.

¿Cómo fueron los inicios de Livingstone?

Livingstone estudió medicina en la Universidad de Anderson, en Glasgow, conocida actualmente como caracterizó por el deseo de aprender. Su padre le enseñó a leer y escribir, y en el molino se ofrecía clases por las tardes y Livingstone disfrutaba leyendo libros de ciencias naturales y religión.

Fueron las creencias religiosas las que lo llevaron como misionero a África. Después de completar su entrenamiento como doctor en Londres, se unió a la Sociedad Misionera de esa ciudad y en  1840 se embarcó con destino a Ciudad del Cabo, en Sudáfrica.

Livingstone viajó lejos a predicar y aprendió lenguas tribales, ganándose gran respeto por su trabajo como médico, especializándose en  obstetricia y oftalmología.

Mientras que durante los primeros años se concentró en su trabajo como misionero médico, en sus últimos viajes su objetivo fue la exploración. En 1849 se convirtió en el primer europeo en cruzar el desierto del Kalahari hasta el Lago Ngami, y en 1851 alcanzó la parte alta del río Zambezi.

Regreso de Livingstone a Gran Bretaña

A su regreso a Gran Bretaña, Livingstone publicó su best-seller “Viajes e Investigaciones misioneras en Sudáfrica”. En dicho libro se revelaron  descubrimientos importantes que ayudaron a científicos a desarrollar un tratamiento para la tripanosomiasis africana, la enfermedad del sueño.

Livingstone sospechaba que la versión animal de la enfermedad del sueño se transmitía por la mordida de la mosca tse-tse. Y según el profesor Barret, sus anotaciones tuvieron una “influencia enorme” cuando se identificó la enfermedad en humanos, tiempo después.

Livingstone escribió cómo se trató a un caballo que contrajo fiebre después de ser mordido por una mosca, usando una solución que contenía arsénico. Los investigadores leyeron sus notas 50 años después y  hallaron que el arsénico había tenido efecto positivo en el tratamiento, por lo que teniendo esto como premisa con el tiempo se logró desarrollar fármacos para tratar la tripanosomiasis humana. Drogas con contenido de arsénico todavía se usan hoy en día.

Los últimos años de Livingstone

Los descubrimientos de Livingstone tuvieron un precio, ya que cuando  regresó a África en 1858 para explorar la región de Zambezi, lo acompañó su esposa Mary, que en 1862 murió como consecuencia de la malaria.

Para cuando Livingstone encabezó su última expedición en 1866 en busca del origen del río Nilo, también había caído gravemente enfermo. El falleció en la actual Zambia, en 1873, a la edad de 60 años, víctima de la malaria y de la disentería. Nunca logró encontrar la fuente del río Nilo como El deseaba.

Es de destacar que 30 años después, su compatriota Scot David Bruce identificó la causa de la enfermedad del sueño y el científico escocés, Ronald Ross, recibiría el premio Nobel por demostrar el vínculo entre los mosquitos y la malaria.

Sin duda que las anotaciones de Livingstone tuvieron un aporte esencial para la futura investigación médica. Muchos pacientes que reciben tratamiento hoy no tienen idea de cuánto le deben a Livingstone.

Envía tu Respuesta