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Exponerse a la radiación solar sin la debida protección puede generar lesiones en la piel como quemaduras, manchas, cambios de pigmentación como lunares y hasta cáncer de piel.

Por eso, es absolutamente necesario proteger la piel no sólo en temporada vacacional sino todo el año, ya que los cambios climáticos han provocado que la frecuencia de cáncer de piel se haya incrementado de 2 a 13% en tan sólo una década.

Ante la aparición de lunares, usted deber recurrir a la consulta con un dermatólogo, el cual debe efectuarle un estudio llamado dermatoscopía. Mediante la dermatoscopía se analiza la composición del lunar, evaluándose su color y diámetro a fin de determinar si es benigno o maligno.

Debido a lo expuesto, es importante tener una firme educación de protección solar donde se enseñe a adoptar las medidas físicas básicas, conforme a las necesidades de cada persona, dependiendo básicamente de la tonalidad y tipo de piel, el uso de ropa adecuada, sombreros y sombrillas.

Los especialistas indican que muchos de los daños severos del sol en la piel no producen sintomatología, por ello, es necesario acudir con el especialista al notar la aparición de manchas o lunares.

Para protegernos, actualmente contamos con protectores solares de tipo orgánico e inorgánico, con un estricto control por parte de organismos nacionales e internacionales.

Es de destacar que las personas del sexo masculino son más afectadas a padecer cáncer de piel. Esto básicamente ocurre por el tipo de actividad laboral que efectúan los varones, en su mayoría en espacios abiertos y por la falta de educación ante la radiación solar.