Warning: array_merge(): Argument #2 is not an array in /home/bioeroc/public_html/wp-content/plugins/wp-pagenavi/scb/Options.php on line 62

Células madre cancerosas

Según investigaciones se ha logrado demostrar la existencia de “células madre cancerosas” encargadas del crecimiento del tumor. Este hallazgo es de vital importancia, pudiendo conducir a un cambio en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.

Los estudios ubicados en las revistas Nature y Science demostraron que existe una “jerarquía” de células cancerosas, dominada por las “células madre cancerosas”. Se encontró que las células madre cancerosas existen en los tumores sólidos y son las principales responsables de que el tumor crezca y se propague.

Según el doctor Luis Parada, investigador del Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern, en Dallas, quien dirigió uno de los estudios publicados en Nature, estos resultados demuestran que las células madre tumorales existen, y por ende los tratamientos podrían enfocarse en el futuro en matar a estas células madre en lugar de atacar a la comunidad de células ordinarias. De este modo, “si se logra demostrar que el hallazgo puede aplicarse a todos los tipos de cáncer, habrá un cambio ejemplar en la forma como se evalúa la eficacia de la quimioterapia y la forma como los tratamientos van a ser desarrollados”.

Actualmente las investigaciones han encontrado evidencia directa de que estas células están presentes en tumores de cerebro, intestino y piel; y la hipótesis es que también se puede encontrar en todos los tipos de tumores sólidos.

Sin embargo, se requiere mucha investigación adicional para enfocar las nuevas terapias, ya que las células madre tumorales son muy simulares a las células madre sanas que se encargan de producir y renovar cualquier tejido en el organismo, por lo que cualquier terapia dirigida a las células madre cancerosas también podría destruir el tejido sano. Debido a ello, es fundamental continuar los estudios para encontrar las principales diferencias entre las células madre cancerosas y las sanas para que las nuevas terapias puedan distinguirlas.

Envía tu Respuesta