La lectura puede proteger al cerebro frente a la intoxicación con plomo
Un estudio publicado en la revista Neurology, encontró que los adultos que no practicaban o practicaban poco el hábito de la lectura tenÃan 2,5 veces más probabilidad que la intoxicación con plomo ejerciera efectos negativos en sus cerebros respecto de quienes son buenos lectores.
Un equipo del Centro de neurologÃa ocupacional y ambiental de Baltimore estudió los efectos de la exposición al plomo en 112 trabajadores de una fundición de plomo de New Brunswick, Canadá. En el estudio, los participantes fueron sometidos a varias pruebas de pensamiento y velocidad motora junto con una estimación de su capacidad de lectura.
Los investigadores calcularon la exposición al plomo al que fueron expuestos en la vida laboral los participantes del estudio, según los registros de niveles de plomo obtenidos de la fundidora. Los trabajadores se dividieron en grupos: de “alta reserva cognitiva”, el cual fue definido como un nivel de lectura de grado 12 ó superior, y “baja reserva cognitiva”, correspondiente a un grado 11 o inferior.
La definición de reserva cognitiva hace referencia a las capacidades mentales, asà como a la capacidad de lectura. De las cuales se observó que generalmente no son afectadas por la exposición al plomo en la adultez. De esta manera la reserva cognitiva funcionarÃa como una medida de la capacidad del cerebro de mantener el funcionamiento a pesar del daño sufrido por el plomo.
Los resultados de este estudio demostraron que pese a que ambos grupos presentaron niveles similares de exposición al plomo, los efectos cognitivos de quienes tenÃan la costumbre de leer eran 2,5 veces mayor que en los trabajadores que tenÃan una baja capacidad de lectura. Sin embargo, el efecto del plomo sobre la velocidad motora fue similar en ambos grupos. Estos hallazgos sugieren que una alta reserva cognitiva tiene un efecto protector en el cerebro que le permitió a estos trabajadores mantener su funcionamiento, pese a que igualmente el plomo habÃa afectado a sus sistemas nerviosos, tal cual lo habÃan indicado los estudios de velocidad motora.
Según los investigadores, la lectura puede ejercer un efecto protector en el cerebro, mediante producir aumento en la cantidad de sinapsis corticales. Esto además podrÃa inducir en los cerebros de las personas adultas un aumento de la capacidad cerebral, teniendo la opción de usar circuitos cerebrales alternativos en el caso que algunos resulten dañados por alguna causa; dando como resultado una capacidad de procesar las tareas de modo más eficiente.